El Tribunal Constitucional de Corea del Sur destituyó formalmente al presidente Yoon Suk Yeol, quien había sido removido por el Parlamento en diciembre tras declarar la ley marcial y enviar tropas al Congreso.
La decisión, unánime entre los ocho jueces, pone fin a meses de incertidumbre y crisis política en el país.
Protestas y tensiones en Seúl
La destitución de Yoon ha generado una fuerte división en la sociedad surcoreana. Mientras sus opositores celebraron la decisión del tribunal, sus seguidores salieron a las calles en protesta. Ante posibles disturbios, las autoridades reforzaron la seguridad en la capital con barreras y puntos de control.
Elecciones en 60 días
Según la legislación surcoreana, el país deberá elegir un nuevo presidente en los próximos dos meses. Uno de los principales candidatos es Lee Jae-myung, líder de la oposición, quien perdió ante Yoon en las elecciones de 2022.
Un juicio pendiente
Más allá de su destitución, Yoon sigue enfrentando un juicio por insurrección, un delito que en Corea del Sur puede castigarse con cadena perpetua o incluso la pena de muerte, aunque el país no ha realizado ejecuciones en décadas.
La crisis política en Corea del Sur ocurre en un momento clave a nivel global, con el gobierno de Donald Trump en EE.UU. redefiniendo alianzas internacionales y modificando políticas comerciales que afectan a la economía surcoreana.