La caída del Muro de Berlín tuvo lugar la noche del 9 de noviembre de 1989. Se trata de una fecha clave para la historia mundial que significó el principio del fin de la Guerra Fría. Fue un ícono de la disputa en Alemania que tuvo a su actual capital dividida durante 28 años a partir de una estructura de 46 kilómetros que separaba a Berlín Oriental de Berlín Occidental. Con más de tres metros de alto y torres de vigilancias desde el lado Soviético, prohibía el libre paso de ese territorio a los alemanes.
Hacia 1949 Europa se encontraba con una tensión a causa de dos potencias enemistadas: Estados Unidos y la Unión Soviética. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Alemania se vio dividida en zonas de ocupación controladas que llevaron a una confrontación entre el Este comunista y el Oeste democrático del país. De esta manera, se establecieron dos estados: la República Federal de Alemania (RFA) y la República Democrática Alemana (RDA).
Fue así que Berlín se encontró dividida entre estas fuerzas, lo que llevó a una gran parte de los ciudadanos a abandonar el territorio soviético hacia el oeste. En este contexto, el gobierno de Alemania Oriental decidió construir un muro para acabar con la migración masiva. El 13 de agosto de 1961 se levantaron las paredes de concreto a lo largo de la ciudad para reforzar la seguridad con puestos de control fronterizo y vigilancia. Las familias quedaron separadas y los ciudadanos del lado oriental buscaron otras formas para escapar del gobierno comunista que se había instaurado en la RDA.
La caída del Muro de Berlín
Casi tres décadas después de su construcción, este símbolo de la Guerra Fría llegó a su fin el 9 de noviembre de 1989. Durante la mañana, el gobierno de la RDA realizó un anuncio que sorprendió a miles de personas. Günter Schabowski, el vocero del Partido Socialista Unificado de Alemania, comunicó mediante una conferencia de prensa que los ciudadanos podrían viajar a la República Federal de Alemania y Berlín Occidental libremente.
Esta noticia se popularizó rápidamente, causó la llegada de miles de personas a los diferentes puestos de control fronterizos y una multitud de ciudadanos comenzó de manera pacífica e improvisada a derribar el Muro de Berlín. El 13 de junio de 1990 comenzó el proceso oficial de demolición que finalizó el 3 de octubre del mismo año.
Esta jornada es recordada como uno de los sucesos más importantes de la historia universal que llevó a la disolución de la RDA y, por lo tanto, a la reunificación de Alemania, conformando un estado único hacia el 3 de octubre de 1990. Asimismo, dio comienzo a la desaparición de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría en 1991.