Les propongo un ejercicio, uno de observación. Les propongo recorrer nuestras rutas cotidianas como si fuera la primera vez, la mayoría de nosotros hemos viajado manejando por primera vez a otra localidad.
Así nos encontramos manejando de noche, y sin conocer bien las rutas, nos encontramos con nuestra realidad vial:
• la mayoría de las rutas no están con una pintura visible que las demarque.
• Se encuentran en su mayoría con las banquinas sin mantener, sucias y con vegetación crecida.
• En las rotondas de las inmediaciones de Neuquén capital, si bien las luminarias están visiblemente instaladas, se encuentran apagadas, y por ende con casi nula visibilidad.
• En las banquinas neuquinas es común ver carrocerías de vehículos siniestrados abandonados hace años.
• En por ejemplo, el tramo que une Cutral Co con Zapala, hay en por lo menos dos tramos, unas ondulaciones muy pronunciadas, una de ellas reparada de forma claramente muy deficiente, que provocó, hace unos pocos años, la muerte de una estudiante al perder el control de su vehículo. Estas ondulaciones, lejos de repararse, se anuncian con carteles naranjas sin letras refractarias.
Y así podemos seguir hasta el infinito con el mal estado de nuestras rutas.
Pero vamos a los datos duros, esos datos que no se pueden interpretar. Según la fundación Luchemos por la Vida:
- En Neuquén murieron 67 personas en 2020, obviamente en pandemia; 83 en 2021, aún con restricciones y aislamiento; 87 en 2022; y 91 en 2024
Si vamos hacia atrás, en 2017 son 125 personas fallecidas en accidentes e incidentes de tránsito; en 2018 son 109; 2019, 104.
Según el Censo de 2022, la provincia tiene 710.814 habitantes, lo que significa que tenemos 0,00012239 muertos por habitante,
En Córdoba en 2022 fallecieron 374 personas por accidentes de tránsito, lo que significan 0,00009399, 12 veces menos. En La Pampa, 101 muertos en 2022, o sea 0,00027911 por habitante. El doble que Neuquén. Río Negro, en tanto, 125 muertos en accidentes, lo que nos dá 0,0001665 casi igual
Conclusión, somos una de las provincias más ricas de la Argentina, y tenemos los mismos indicadores que nuestros vecinos que no disponen de nuestra prosperidad.
El estado de las rutas es lamentable, rutas sin demarcar, muchas con ondulaciones muy peligrosas, mal reparadas, con los guardarrails rotos o faltantes, nadie los repara luego de un incidente. Vehículos siniestrados, abandonados en las orillas, etc.
Hablemos de jurisdicciones, rutas provinciales, nacionales. Cómo nos hacemos escuchar.
¿Qué pasa si un constructor de rutas no entrega un buen trabajo, o se daña, quién debe rapararlo?
Cuando un vehículo es siniestrado, ¿Quién debe remover el vehículo, quién debe asumir los costos de reparar cualquier infraestructura pública rota?
¿Quién debe mantener las rutas en el territorio provincial, los baches, la iluminación, la demarcación, cartelería, guardarrails mantenimiento o reemplazo, limpieza y mantenimiento de banquinas, etc?