En medio del conflicto por la deuda que mantiene Cerámica Neuquén con la cooperativa CALF, surgieron fuertes declaraciones que reavivan el debate sobre el rol y la sostenibilidad de las fábricas recuperadas.
El diputado provincial Marcelo Bermúdez señaló que “hay que sacarles lado romántico. Las cooperativas son empresas privadas y deben comportarse como tales”, sostuvo en una entrevista radial, en referencia también a Zanón y Stefani, que atraviesan situaciones similares.
Bermúdez remarcó que las cooperativas no tributan una serie de impuestos que sí pagan otros comercios: “No pagan impuesto inmobiliario, ingresos brutos, impuesto a las ganancias ni sellos. Están exentas de prácticamente todo y aún así tienen problemas económicos”.
Además, recordó que durante los últimos años el Estado neuquino compró producción por adelantado, inyectando más de 500 millones de pesos en ese esquema. “Imaginate tener un comercio al que le compran todo por adelantado, no paga impuestos y aún así está fundido. ¿Qué te dice eso? Que están mal administradas”, subrayó.
En cuanto a la deuda con la cooperativa eléctrica, el referente fue tajante: “En Neuquén hay más de 20.000 empresas y 120.000 medidores residenciales. Las únicas que no quieren pagar la luz son estas cerámicas”.
Y sentenció: “Si no pagan impuestos, si reciben adelantos millonarios y aun así no pueden sostenerse, es porque los fondos se desvían a la política, no a consolidar un esquema económico solvente”.
Por último, hizo foco en el impacto que tiene esto en el conjunto de los neuquinos: “El Estado somos todos. El Estado usa recursos de los contribuyentes para subsidiar a empresas privadas. Es injusto para el que paga sus impuestos, su luz, su gas y no recibe ningún beneficio”.