El 18 de mayo se conmemora en todo el país el Día de la Escarapela, una fecha que rinde homenaje al primer símbolo patrio adoptado por los criollos en los días previos a la Revolución de Mayo de 1810.
De colores celeste y blanco, la escarapela fue impulsada por Manuel Belgrano como un distintivo para los patriotas que apoyaban la causa independentista.
Mucho antes de que flameara la bandera argentina, esta insignia sencilla pero poderosa ya nos identificaba como pueblo.
El Consejo Nacional de Educación instituyó oficialmente esta fecha en 1935, reconociendo el valor histórico y simbólico de la escarapela, que hoy sigue siendo un emblema de unidad nacional.
Pequeña en tamaño, pero inmensa en significado, la escarapela es un recordatorio de nuestros orígenes y de los ideales que dieron nacimiento a la Argentina.