El diputado nacional por Neuquén, Osvaldo Llancafilo, informó que la Jefatura de Gabinete confirmó el inicio de reuniones con empresas del sector nuclear y no nuclear con el objetivo de avanzar en acuerdos de compra de agua pesada a largo plazo.
Estas negociaciones son clave para reactivar la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) ubicada en Arroyito, actualmente paralizada.
Según precisó el legislador, estos acuerdos permitirían apalancar el financiamiento necesario para realizar tareas de renovación en los distintos componentes de la planta, condición indispensable para su puesta en marcha
“De contar con la inversión adecuada, el proceso de reactivación llevaría un plazo estimado de 24 meses. Recién a partir de allí se podría iniciar la producción de agua pesada”, detalló Llancafilo.
Señaló que ya se encuentra en marcha una mesa de trabajo conjunta, en la que participan el ministro de Infraestructura, Rubén Echeverry, junto a representantes de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CONEA) y funcionarios del Gobierno Nacional.
Este espacio tiene como objetivo coordinar tanto la inversión para modernizar el instrumental técnico de la planta como la búsqueda de nuevos mercados para colocar el producto a nivel nacional e internacional.
La PIAP es un activo estratégico para el país, ya que la producción de agua pesada es esencial para el funcionamiento de las centrales nucleares argentinas, como Atucha I y II, además de ser un bien de alto valor tecnológico con potencial exportador.
En los últimos años, diversos sectores políticos y técnicos han reclamado la reactivación de la planta, tanto por su valor estratégico como por su impacto en la economía local de Arroyito y la provincia de Neuquén.
