El fútbol infantil de la región atraviesa horas de luto tras la muerte de Javier Jesús Álvarez, jugador de la categoría pre-décima del club Pillmatun de Cipolletti, quien falleció este domingo después de que la estructura metálica de un arco le cayera encima. El trágico episodio ocurrió en una cancha auxiliar de la Isla Jordán, durante la previa del encuentro que su equipo debía disputar contra Experimental de Cinco Saltos por el torneo de la Liga Deportiva Confluencia.
El niño, de 11 años, realizaba movimientos de precalentamiento cuando se colgó del arco, que cedió repentinamente y lo golpeó en la cabeza. El personal del SIARME fue alertado a las 14.27 y trasladó al menor en código rojo al Hospital Pedro Moguillansky. Según el parte médico difundido por el centro de salud, Álvarez llegó sin signos vitales y no respondió a las maniobras de reanimación. Su fallecimiento se constató a las 15.35.
La noticia generó conmoción entre familiares, compañeros y dirigentes. La presidenta de Pillmatun y titular del Concejo Deliberante de Cipolletti, Karina Álvarez, confirmó el deceso entre lágrimas. La Liga Confluencia suspendió todos los encuentros de la jornada y remarcó que lo más importante era acompañar a la familia y resguardar a los niños y jóvenes participantes del torneo.
El Ministerio Público Fiscal intervino de inmediato y ordenó la realización de una autopsia para establecer con precisión las causas del fallecimiento. También dispuso peritajes en la cancha, acordonamiento del lugar y la toma de declaraciones a testigos para determinar responsabilidades. Las condiciones de la estructura metálica que se desplomó serán un elemento central en la investigación, que busca establecer si hubo fallas en el mantenimiento y en las medidas de seguridad del predio deportivo.
La tragedia vuelve a poner en primer plano la necesidad de revisar las condiciones en que se desarrollan las actividades deportivas infantiles. La muerte de Javier Álvarez no solo dejó un vacío en su familia y en el club Pillmatun, sino que también plantea un interrogante sobre los controles y protocolos de seguridad que deben cumplirse en espacios donde entrenan y juegan miles de niños y adolescentes.
