En Neuquén, el verdadero sentido de las fiestas estuvo marcado por el encuentro y la solidaridad. Bajo el lema “Navidad sin Vanidad”, la propuesta invitó a compartir una mesa común, dejando de lado las diferencias y poniendo el foco en el otro.
La iniciativa fue impulsada por la Diócesis de Neuquén, con el padre Diego Canale al frente, y contó con la participación de más de 200 voluntarios. El 24 de diciembre, el centro de la ciudad se transformó en un espacio de contención para quienes más lo necesitaron.
Desde la Secretaría de Emergencias y Gestión de Riesgos se desplegó un operativo integral para garantizar una jornada atravesada por el cuidado y la dignidad.
En el eje de salud y bienestar, el dispositivo del SIEN contó con médicos y enfermeros que realizaron curaciones y brindaron asistencia sanitaria.
En materia de higiene y dignidad, se dispuso de un camión con duchas móviles, acompañado por un equipo logístico, que permitió a los asistentes refrescarse y renovarse.
El operativo incluyó además acciones de cuidado personal, con peluqueros y un ropero solidario destinado a quienes necesitaron una muda de ropa.
La jornada comenzó a las 18.00, frente a la Catedral, con una propuesta que incluyó una mesa comunitaria con más de 70 chivos, regalos para los más chicos y un escenario con música y números artísticos.







