El ex jefe de Estado Mauricio Macri es el nuevo presidente del PRO, luego de alcanzar un acuerdo partidario este martes por la noche. La intendenta de Vicente López, Soledad Martínez, será la viceprimera; el diputado bullrichista Damián Arabia, el vicesegundo; y el concejal de Santiago del Estero, Facundo Carletti Pérez, el vice tercero.
A ellos se suman, con lugares preponderantes, la diputada María Eugenia Vidal; el gobernador de Chubut, Ignacio “Nacho” Torres, y el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela. Por otro lado, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, será titular de la Asamblea.
Será la primera vez que Mauricio Macri presida el partido que él mismo fundó en 2005. Bullrich, deja la Presidencia -oficialmente- este martes y le tendió una dura batalla interna al expresidente de la República Argentina en la conformación de la cúpula del PRO. Sin embargo, el macrismo vetó algunos de los nombres que la ministra de Seguridad pretendía ubicar en la lista única que debía ser presentada antes de la medianoche de este martes.
El ex jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y Vidal, dos ejes centrales en la corta historia política del PRO, decidieron correrse de la competencia por la presidencia para dejarle vía libre a Macri.
Soledad Martínez, la vicepresidente 1°, es una persona de confianza de Jorge Macri, primo de Mauricio y actual jefe de Gobierno porteño. Bullrich logró ubicar a su mano derecha, el diputado nacional Damián Arabia, como vicepresidente segundo.
En el acuerdo se involucraron también fueron los diputados nacionales Cristian Ritondo y Diego Santilli; los gobernadores que tiene el partido, Rogelio Frigerio e Ignacio Torres, de Entre Ríos y Chubut, respectivamente; el mandatario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Jorge Macri; y los intendentes de peso como Soledad Martínez (Vicente López), Guillermo Montenegro (General Pueyrredón), Ramón Lanús (San Isidro) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero).
Producto de esta instancia de negociación, la relación entre Macri y Bullrich quedó en un estado de máxima tensión que comenzó a gestarse con el intento autónomo de la ministra de Seguridad por intentar sumar el PRO al Gobierno de Javier Milei.