En el corazón del circuito Domuyo, en la región del Alto Neuquén, se presentó el Hito inicial de la Ruta de la Fe, un ambicioso proyecto que unirá la provincia de norte a sur a través del turismo religioso, identitario y cultural.
Ailinco, el punto de partida, es un lugar cargado de tradición e identidad neuquina, con una belleza paisajística única que incluye formaciones rocosas milenarias, aguas termales, geisers, ríos caudalosos y la imponente presencia del volcán Domuyo, el más alto de la provincia.
Un recorrido único
La Ruta de la Fe abarcará más de 800 kilómetros y podrá ser transitada de manera integral o por etapas. Durante el trayecto, los visitantes podrán descubrir más de 40 capillas, monumentos, sitios históricos y lugares sagrados distribuidos en la geografía neuquina. Además, el itinerario incluirá festividades y peregrinaciones, ofreciendo una experiencia que combina espiritualidad, cultura y turismo.
Conexión de regiones y paisajes
Este recorrido integrará distintas regiones de Neuquén, destacando su diversidad paisajística y cultural. Los viajeros podrán disfrutar de servicios turísticos y actividades recreativas mientras descubren la riqueza natural e histórica de la provincia.
La Ruta de la Fe no solo busca fomentar el turismo religioso, sino también fortalecer la identidad local y ofrecer una nueva forma de recorrer Neuquén, conectando comunidades y tradiciones a través de un camino único en su tipo.