El papa Francisco participó este domingo de la misa de Pascua de Resurrección en el Vaticano, donde volvió a mostrarse públicamente en silla de ruedas mientras se recupera de una neumonía bilateral.
Ante más de 35.000 fieles reunidos en la plaza de San Pedro, el pontífice saludó con un “¡Feliz Pascua!” y encabezó la tradicional bendición Urbi et Orbi desde el balcón central de la Basílica.
Durante la ceremonia, que fue presidida por el cardenal Angelo Comastri, el Papa delegó la lectura del mensaje pascual al maestro de ceremonias, monseñor Diego Ravelli. En su mensaje, Francisco hizo un fuerte llamado a la paz mundial, con énfasis en la situación en Gaza.
Además, condenó el antisemitismo, habló de la necesidad de un desarme global y recordó la crisis prolongada que atraviesa Yemen. “No podemos permitirnos olvidar que lo que está en la mira no es un mero objetivo, sino personas con alma y dignidad”, señaló con firmeza.
Tras el discurso, el Papa sorprendió con un breve recorrido en papamóvil por la plaza para saludar a los fieles y bendecir a niños, en una imagen que reflejó su voluntad de seguir cerca del pueblo a pesar de su delicado estado de salud.