El Gobierno argentino ha decidido no intervenir en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) después de la reelección de Claudio “Chiqui” Tapia como presidente. Sin embargo, mantiene su postura de que la votación en la asamblea es “inválida” y se enfocará en buscar la anulación de su reelección a través de la Justicia.
Un funcionario de la Casa Rosada declaró a TN que “no es necesario declarar nuevamente inválida la elección, ya que se estableció en la resolución 793 del 14 de octubre. Estamos esperando que la AFA apele en término”. La apelación se llevará a cabo ante la Cámara de Apelaciones en lo Civil, y el Gobierno argumenta que la votación viola el estatuto, la ley y el reglamento, respaldándose en el artículo 10 de la Ley 22.315.
Desde Balcarce 50, la administración evita elevar la tensión con la AFA y rechaza, por el momento, solicitar al titular de la Inspección General de Justicia (IGJ), Daniel Vítolo, que presente un pedido de intervención al ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Según el Gobierno, Lionel Messi podría estar apoyando a Tapia, lo que complica un posible enfrentamiento.
A la par de estos acontecimientos, el Gobierno investiga posibles irregularidades en la AFA bajo la gestión de Tapia. Un equipo liderado por el presidente del Banco Central, Santiago Bausilli, ha identificado una posible triangulación de fondos de patrocinadores a través de donaciones, iniciando un sumario por presunta infracción a la ley penal cambiaria.
Además, el Gobierno está considerando la propuesta de incluir a las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en la estructura de los clubes, apoyando la crítica del presidente de Talleres, Andrés Fassi, quien considera que “el fútbol argentino es un desastre y la AFA es un nido de ratas”.