La Cumbre Mundial sobre la Transición Energética (WSoET) concluyó en Fortaleza, Brasil, con la firma de la Declaración de Ceará, un documento que insta a gobiernos, empresas, ONGs y comunidades a impulsar la innovación tecnológica y el desarrollo de energías limpias, como el hidrógeno verde, para construir un futuro sostenible, justo y resiliente.
El evento, organizado por el Global Institute for the Future, la Advanced Leadership Foundation (ALF), Winds for Future y el Estado de Ceará, reunió a más de 100 ponentes y líderes internacionales en 24 mesas de debate, 8 mesas de trabajo y 4 conferencias magistrales.
En el cierre de la Cumbre se firmó la Declaración de Ceará, un documento activo al cual adhirieron Gibraltar; el Ministerio de Energía de Paraguay; las provincias de Córdoba y Neuquén; con la presencia del Ministro Gustavo Medele, el ex presidente de Túnez, Mehdi Jomaa; la ex mandataria de Ecuador, Rosalia Arteaga; el ex presidente de Costa Rica, Juan Alvarado; el ex mandatario de Eslovenia, Danilo Turk; la congresista de Estados Unidos, Linda Sánchez y el Secretario de la OCDE, Ángel Gurría, entre otros.
La Declaración de Ceará incluye compromisos clave como:
- Reducir emisiones de gases de efecto invernadero según los objetivos del Acuerdo de París.
- Promover la investigación y el desarrollo de tecnologías limpias, como solar, eólica, hidroeléctrica, biomasa y hidrógeno verde.
- Garantizar una transición energética inclusiva, protegiendo a las comunidades vulnerables y generando empleos verdes.
- Fortalecer la cooperación regional e internacional para compartir recursos y conocimientos.
- Impulsar inversiones privadas y financiamiento en proyectos de energías renovables.
Entre los firmantes del documento se encuentran gobiernos como los de Neuquén y Córdoba (Argentina), Gibraltar y Paraguay; figuras como el exmandatario de Costa Rica Juan Alvarado, el exlíder de Túnez Mehdi Jomaa, la exmandataria ecuatoriana Rosalía Arteaga, y representantes de la OCDE y el Congreso de Estados Unidos.
Hacia un cambio global
La Declaración enfatiza que la transición energética es una responsabilidad compartida y una oportunidad única para transformar las economías y enfrentar los desafíos climáticos. “Unidos en propósito y acción, podemos beneficiar a las generaciones actuales y futuras”, concluye el documento.