La tasa de desempleo en Argentina alcanzó el 6,9% durante el tercer trimestre de 2024, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Este dato representa un aumento de 1,2 puntos porcentuales (p.p.) respecto al mismo período del año anterior, cuando se ubicó en 5,7%, aunque implica una leve baja de 0,7 p.p. frente al segundo trimestre de este año (7,6%).
En la comparación anual, el aumento fue más marcado en ciertos grupos poblacionales. La tasa de desocupación entre mujeres menores de 29 años subió del 23,7% al 24,8% (1,1 p.p.), mientras que en varones del mismo rango etario mostró un descenso del 28,8% al 26,3% (2,5 p.p.). Además, se registró un incremento significativo en el desempleo de personas con nivel educativo superior y universitario completo, que pasó del 8,4% al 12,3% (3,9 p.p.) respecto al trimestre anterior.
Subocupación y presión sobre el mercado laboral
La tasa de subocupación, que incluye a aquellos que trabajan menos de lo deseado, fue del 11,4%. Otros ocupados demandantes y no demandantes disponibles, quienes buscan mejorar su situación laboral, representaron el 11,9% de la población activa. Esto llevó la presión general sobre el mercado laboral al 30,2%, lo que refleja las dificultades estructurales en la generación de empleos estables y de calidad.
Perfil de la población ocupada
Dentro del 45% de la población ocupada, el informe del INDEC destacó:
- Asalariados: Representan el 73,1%, pero el 36,7% de ellos no cuenta con aportes jubilatorios.
- Cuenta propia: Constituyen el 23,3%.
- Patrones: Representan el 3,3%.
- Trabajadores familiares no remunerados: Apenas un 0,3%.
En cuanto al nivel educativo, el 58,5% de los ocupados tiene hasta secundario completo, mientras que el 41,5% posee estudios superiores o universitarios, completos o incompletos.
Según la calificación de los empleos, el 53,8% corresponde a puestos operativos, el 18% a empleos técnicos, el 16,7% a trabajos no calificados, y el 11% a posiciones profesionales.
Perspectivas
El informe revela que, aunque el desempleo mostró una leve mejora trimestral, persisten desafíos importantes, como la precarización laboral y las dificultades de inserción para mujeres y jóvenes. Estas cifras subrayan la necesidad de políticas públicas enfocadas en la creación de empleos formales, el acceso a la educación y la capacitación laboral para sectores vulnerables.