Tras una década en condición de prófuga, la Gendarmería Nacional detuvo -este domingo- a la sospechosa de participar en el asesinato de Alfredo “el Gordo” Roca Jalil. La mujer de apellido Costich fue apresada en el paso fronterizo Pino Hachado cuando pretendía cruzar a Chile.
La sospechosa había iniciado sus trámites migratorios con el fin de cruzar al vecino país junto a un grupo de familiares, pero el sistema informático reveló que tenía un pedido de captura emitido por la Justicia neuquina. Inmediatamente le comunicaron que quedaba privada de su librtad y a disposición de las autoridades judiciales de turno.
“La mujer no opuso resistencia al ser aprehendida y fue trasladada a Zapala”, informaron desde el área de prensa de la fuerza de seguridad nacional sobre el momento de la detención de la mujer.
La detenida indicó que sentía un dolor en el pecho y tenía dificultad para respirar por lo que debió ser trasladada a un centro de salud donde fue controlada y se retiró escoltada por los gendarmes.
Temporalmente, la sospechosa se encuentra alojada en la Comisaría 25 y entre y hoy mañana, se deberá resolver una posible formulación de cargos y confirmar si se le dicta la prisión preventiva.
Costich está ser imputada por presunta participación en el homicidio del hotelero Roca Jalil, en Junín de los Andes. Casualmente, el brutal asesinato fue el domingo de Pascuas del año 2014.
En la reconstrucción del hecho, se determinó que los criminales hicieron ir a la víctima a su habitación y, una vez allí la empezaron a golpear salvajemente. Según la autopsia, Roca Jalil sufrió mútliples fracturas que le provocaron la muerte.
La investigación corroboró que la mujer se encargó de dirigirse a la habitación donde se encontraba la esposa de Roca Jalil y la intimidó para que le revelara dónde guardaba dinero y joyas. Con el botín en su poder, los dos asesinos se alejaron con rumbo desconocido.
Gabriel “el Mendocino” Salcedo, el acompañante de Costich, fue atrapado en Buenos Aires y juzgado en el primer juicio popular de Junín. Obtuvo un fallo de culpabilidad y la imposición de una pena de 22 años de prisión efectiva.